Es una configuración de un sistema, del sistema familiar del consultante.
Este enfoque es fenomenológico y sistémico. Su potencia se debe a que trabaja a través de una representación escenificada de los asuntos problemáticos del consultante y permite ver con claridad dónde se bloquea o se dificulta la persona y desde ahí podemos encontrar nuevos caminos de solución.
En constelaciones familiares se trabaja observando los órdenes del amor, que descubre el padre de las constelaciones Bert Hellinger. Estos órdenes del amor son arcaicos, naturales y no los podemos elegir a voluntad, son el orden de pertenencia, de jerarquía y el orden de compensación.
Por eso el lugar que ocupamos en nuestra familia de origen, es determinante, ya que inconscientemente determina cómo vamos al futuro, por eso cuando tenemos un desorden en la familia, donde un hijo tuvo que sostener a un padre o a una madre, eso lo trasladamos por ejemplo en el trabajo, me hago cargo de más cosas que las que debería. O en la pareja el consultante se convierte en padre o madre de su pareja, cuando vemos cómo se replica desde el inconsciente ese desorden en los órdenes del amor en diferentes áreas de nuestras vidas. Desde allí del nuevo orden, de la toma de conciencia y de poder sanar el pasado podemos atrevernos a transformar nuestras vidas, a ser nosotros mismos, Ocupando nuestro lugar.
